lunes, 9 de abril de 2007

Hablemos de discriminación?

Cuántas veces hemos escuchado hablar de discriminación como algo que ocurre lejos de nosotros?
La discriminación existe aquí, ahora , basta pensar en las diferencias de trato que reciben quiénes llevan un apellido extranjero y quienes detentan un apellido aborigen u observar el que reciben las personas de piel más clara y las de piel más oscura, pensar para entenderla en colocarse por un momento entre los que tienen una minusvalía visible , ocurre con aquellos que son ciegos, con los sordos, con los que tienen una enfermedad que los deforma, o los invalida para la actividad pública, o con los que viven con el virus VIH, o con los que padecen psoriasis, o lupus, o vitiligo, o los gordos, o quienes tienen una orientación sexual distinta e incluso discriminamos a los extranjeros ,en fin una larga lista nos habla de las distintas formas en que solemos discriminar.
A lo largo de mi vida he visto distintas discriminaciones, incluso las viví por ser distinta, por ser soñadora, idealista, incluso en una época en que el ser idealista no era extraño sino una bandera de lucha, pero mi idealismo no compatibilizaba con la lucha, sino con el quehacer pensante,con promover la educación, educar, como la forma en que podía superarse la pobreza y la desigualdad.
Pero no quiero apartarme de mi propuesta de hoy, la discriminación , específicamente la laboral. Te piden currículos que luego pasan a ser adornos de escritorio, los envías por internet y no tienes respuesta, está bien quizás sea que la edad ( debes como máximo tener 35 años) o el sexo( si eres mujer , no debes estar embarazada), o un currículo demasiado abultado los que no sean convenientes para la empresa. Pero, si además padeces una enfermedad que requiere que vayas al médico al menos una vez al mes para control, una enfermedad que estigmatiza por su connotación? Hablo de ser portador o portadora del virus VIH. Es sabido que Chile , como otros países latinoamericanos es un país homofóbico, sin embargo mundialmente también las estadísticas arrojan que un 30% de la población mantiene en algún momento de su vida una relación homosexual o lésbica, incluso ahora se habla de bisexualidad u homobisexualidad. No puedo juzgar sí el amor tiene o no sexo definido, pensaría que no,su concepto es más universal que el género, pero sí apelo a la aceptación del otro, al derecho de cada uno como ciudadano, como ser humano de ser aceptado , de tener un trabajo que permita desarrollar potencialidades ( o genialidades), de no ser juzgado por lo que tienes, por tu aspecto ( sin descuidar la salud ), por tus tendencias políticas,por tus enfermedades , por tu opción sexual, pero sí por lo que haces, por lo que entregas, por lo que produces.
Me veo hoy enfrentada a buscar formas de crear conciencia en este aspecto y aquí comparto con ustedes mis pensamientos....

2 comentarios:

NeweN dijo...

Amiga

Creo que has escamoteado el tema principal, que es ¿Qué te lleva a discriminar? qué proteges al discriminar. ¿El discriminador sólo es una mala persona?

DISCRIMINAR (Fuente RAE)
(Del lat. discrimināre).
1. tr. Seleccionar excluyendo.
2. tr. Dar trato de inferioridad a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos, etc.

Uno permamentemente selecciona. ya sea productos o personas, y el criterio o razón por la que lo hace es para mantener un estilo de vida o una calidad de vida. Pero la selección de exclusión ¿es justamente proteger ese estilo de vida? negar o rechazar lo que creemos nos dañará.

Virginia Farfán Ulloa dijo...

Rubén:
Efectivamente el discriminar tiene varias connotaciones,el miedo es una de las principales razones de la discriminación, el miedo a lo distinto , a lo desconocido, a perder los espacios considerados consagrados desde siempre . Al discriminar queremos entonces salvaguardar aquello que consideramos nuestro, seguro, propio, que nos identifica.Existen además dos tipos : la discriminación positiva y la negativa.
Cuando decimos que una mujer está mejor criando sus hijos, hacemos un tipo de discriminación en relación al rol que pensamos debe tener, sin embargo vetamos a lo mejor el que alcance otro tipo de notoriedades. Cuando protegemos al minúsvalido,(en el metro tienen asientos asignados) lo seleccionamos dentro del grupo para darle un privilegio, ése asiento en especial y creamos recursos para él, espacios protegidos con accesos viables de acuerdo a su condición física que además respetan sus derechos ciudadanos ,los distinguimos por tanto del resto pero en un sentido no estigmatizante, sin embargo ocurre en otras áreas humanas que tú ya mencionas, motivos raciales, religiosos, sexuales en los que la discriminación apunta a lo negativo.Sin ir más lejos en nuestra propia ciudad , Santiago discriminamos por ejemplo,a los peruanos , les asignamos trabajos con el consentimiento de ellos que los chilenos no desean cubrir y a pesar de todo los penalizamos acusándolos de " robarles el trabajo a los chilenos". Lo mismo ocurre en otros ámbitos, específicamente en éste que me convoca, la discriminación hacia las personas viviendo con VIH. Como voluntaria y terapeuta de una agrupación del VIVO Positivo, escucho muchas declaraciones de personas a las cuales se les niega el trabajo por su condición de homosexualidad, incluso antes de saber si son o no portadoras del VIH, imagina entonces lo que ocurre cuando alguien vive siendo portador. Debe guardar silencio, esconderse, sabe que será rechazado aunque no sea culpable de llevar sobre sí algo que no escogió tener, una convivencia permanente con un virus que debe controlar para que no lo ataque, que provoca un miedo en otros y que lleva además sobre sí una estigmatización moral, un castigo moral, pero justo ayer una mujer me confidenció que adquirió el virus al perder a su quinto hijo, por transfusión de sangre,y debe vivir y luchar por sus hijos ahora en solitario, su marido la dejó después de saberlo, conozco además a otra a la que su única pareja,la dejó con el virus, él ya murió y ella debe sobrellevar la soledad, el rechazo de los hijos nacidos en el matrimonio y además seguir viviendo a los 62 años separada del afecto de los suyos y con el miedo constante de desarrollar una enfermedad de la cual ella no supo sino hasta la muerte de esposo.Discriminación? Sí la hay...Pero que calidad de vida se protege en este caso?¿ La de los que viven sin el virus? ¿Que pasa con áquellos que viven con él y quieren seguir siendo parte de esta sociedad?

Vicky