viernes, 30 de marzo de 2007

Le da mi recado?

La señora Meche suele ser muy meticulosa al barrer la oficina de Rubén, le conoce desde chico, desde esa época trabajaba para su mamá y de alguna forma puede decirse que es una "herencia familiar".El delantal delata la cantidad de lavados que este lleva encima y su cabello entrecano sujeto en un moño mantiene la dignidad de la pobreza limpia y trabajada.
Toc-toc. Detrás del vidrio catedral una figura femenina .Insiste en anunciarse. Mercedes detiene su ajetreo y observa la figura-Otra más- piensa y se acerca a la puerta para abrirla. Una mujer de mediana edad le sonríe, el corte de la ropa acentúa agradablemente su femineidad.
-¿Está don Rubén?- pregunta mirando curiosa el espacio que se abre frente a sus ojos.
-No, sólo estoy yo, haciendo aseo- responde Mercedes examinando a conciencia a la mujer enfrente de ella-¿ Le deja algún recado?- pregunta por costumbre.
-A ver..-.responde dubitativa la mujer- Dígale que tenemos un café pendiente...
-De parte de quién?-nuevamente la costumbre se aferra preguntando
-De Mágica-
-De quién?
-Vicky...
Mercedes, seria, hace ademán de buscar un papel sobre el escritorio lleno de papeles para anotar el nombre, sus ojos no reflejan ninguna emoción pero comenta:
- ¿Vicky? ....Aquí tiene anotado su nombre..."Café con Vicky"...aparece entonces una leve sonrisa y baja la guardia. Pregunta pasando la lengua por los labios:- Y...¿qué le digo? ... Se queda esperando una respuesta.
- No, nada...en realidad le conozco no hace mucho... ¿Usted le conoce bien?
Sonríe Mercedes al responder:
- Desde chiquito, cuando todavía usaba pantalones cortos...Era diablazo y por lo que sé sigue siendo diablazo- dice y mira de reojo a la mujer en forma cómplice.
Ella mira a su alrededor y comenta:
- No se preocupe por mí. Sólo somos amigos...No me voy a tropezar ...y ríe.
Mercedes también ríe al decir:
- Si se cayera mi linda, caería en blandito y quizás no tendría ganas de pararse !!...
-Gracias, pero de verdad no se preocupe por mí. Sé caminar con cuidado -acota , manteniendo la compostura.
-No...bueno...es un decir mío.- Vuelve Mercedes a cerrarse en su rol de guardiana.
-Gracias...perdón ...¿con quién tengo el gusto?-pregunta Vicky
-Mercedes...Meche -Asiente con la cabeza y vuelve a tomar el escobillón ,parapetándose detrás de él y lo comienza a mover ritmícamente sobre la superficie del suelo ,como dando por terminada la conversación. Es ahora la mujer la que pregunta:
-Y...¿De veras es muy diablo su jefe?...No...no me diga..en realidad somos amigos, me agrada su forma de pensar, de escribir...-Mira pensativa en torno suyo y sus ojos se detienen en el reloj- Por Dios....se ha pasado tan rápido el día!...Por favor...dígale a Don Rubén que pase a visitarle...
Camina hacia la puerta , gira la perilla y cierra tras de sí, se escucha el taconeo de los zapatos alejándose . Mercedes detiene su escobillón,siente el leve aroma a perfume que quedó disperso en el aire, suspira profundo meneando la cabeza mientras piensa en voz alta:
- ...Otra más?...

jueves, 29 de marzo de 2007

¿Quiero vivir con miedo?

Hola:
Hoy es jueves 29 de marzo, ha sido un día extraño, la ciudad se ha detenido antes de tiempo, he observado en silencio mientras caminaba los rostros cansados, he escuchado al pasar las quejas a media voz, he sentido detrás de mí y adelante de mí el miedo, ése miedo de no saber si llegarás a tu casa, sin saber si esta noche dormirás en tu cama o quizás una bala loca, el agua del guanaco, una bomba molotov, una bomba incendiaria te cortará el camino.
No camino por las calles de la población, camino por Providencia, no camino sobre las calles empolvadas, lo hago en el adocreto, pero igual siento el apuro dentro del estomágo, el estupor de ver cómo han empujado la puerta del metro y la han roto intentando entrar, mientras el desconcierto cunde y la violencia, la rabia, la impotencia,furia contenida cobra cuerpo en quienes jamás se imaginaron capaces de sentirla.
La ciudad se ha detenido, los negocios cual víspera de fiesta han cerrado sus puertas a las cinco de la tarde,sólo escucho ahora los camiones de la basura en un horario más temprano que de costumbre. A las 21.00 cerraré la ventana, veré las noticias y estaré en ot ro mundo, pero allá afuera se respira el miedo.

martes, 27 de marzo de 2007

Bienvenidos

Hola amigos:
Bienvenidos a este espacio virtual en el que espero compartir con ustedes más que la retórica de decir una nueva amistad el intercambio fecundo de ideas, versos, alegría y tristezas.
El mundo me nombra Virginia, pero me identifico mejor con Vicky, resabio del cariño con que alguien me nombró alguna vez, lo hice mío y lo he mantenido para recordar aquello de niña que hay en mí.
He abierto este portal para conocernos lentamente, si estás invitado puedes manifestar tus inquietudes, gritar tus discrepancias,apoyar un comentario, negarlo, desarticularlo y ofrecer el tuyo, siempre manteniendo la palabra a discreción del garabato.
Un saludo cordial

Vicky

Bienvenidos

" Eliana Godoy ha muerto"

Hace más de un par de años atrás la conocí, casualidad de la vida o encuentro destinado, no lo sé,debí viajar a mi Concepción natal y mi buen amigo Carlos Ordenes Pincheira, poeta, me pidió la visitara para entregarle un encargo personal ,me dió su número de teléfono para contactarla y me la describió en forma tan especial, que no dudé en aceptar su petición.
Era verano, enero y marcando el fono de su casa solicité hablar con ella, le pedí la dirección que anoté en un cuaderno de tapas rojas , con lápiz de pasta azul- aún está allí- y nos concertamos para el encuentro, en la tarde del mismo día. Su casa estaba a mitad de camino entre el puerto y Concepción, sobre un ligero cerro,cerca de la Vega Monumental, decidí tomar el bus que me acercaba hasta allí. Al bajar, recorrí las calles externas oteando hacia el interior de los jardines,examinando el espacio donde vivía la poetisa con una mirada que intentaba descubrir algo especial, la vereda asomó leve, subí lento aplicándome en encontrar la dirección exacta, no quería llegar tarde a la cita, un auto rompió estridente la calma de la calle con su ruido y se perdió hacia abajo, las casas con sus jardines ordenados y floridos parecían dormir la siesta. Frente a la puerta dudé un momento antes de tocar el timbre, todo parecía en silencio, ningún ruido asumía que la vida estaba latiendo al traspasar los muros. Toqué y esperé. Tras el cristal de la mampara una figura alta se asomó, era uno de sus hermanos-después lo supe- quien me hizo pasar a una pequeña salita al costado de la puerta . En una mesa, una cajita de vidrio con dulces invitaba a la tentación, la luz se filtraba a través de las cortinas mostrándome el tapiz de los asientos .Allí la esperé, apareció delgada, cabello blanco, con unos ojos increíblemente vivaces , entregué el sobre que llevaba para ella y nos pusimos a conversar, mostró orgullosa su revista, que producía personalmente en su máquina de escribir. No pude sino admirar tanta paciencia, tanta entrega, pero lo que más me impactó fue sentir que el tiempo estaba allí presente de una forma distinta, no era el tiempo de premuras de afuera de las paredes, era un tiempo interno distinto, me contó de cuando era niña , de sus juegos infantiles en los cerros aledaños a la laguna San Pedro donde se crió , de la estrictez de sus padres, de su voluntario celibato , que extrañamente compartían sus hermanos . El tiempo pasó corriendo entre preguntas y confesiones de mujeres ,gentil y dulce me invitó a su mesa, a compartir la hora del té que religiosa y ordenadamente se cultivaba a la misma hora cada día, éramos cuatro sentados , nuevamente la luz suave del sol, ahora entibiaba el cuarto familiar demarcando los objetos uno a uno, pero el silencio de los hermanos pesaba más que nuestras palabras, aún así , mi encuentro con ella fue inolvidable, no he vuelto a ver ojos así como los suyos, con una transparencia tan especial. Al despedirme aquella tarde, se quedó en la puerta, no cruzó la mampara, su vestido tapizado de pequeñas flores, su pelo sin artificios, su sonrisa afable me dijeron adiós, la vida adentro de la casa volvió a sentir su mundo quieto y yo sentí que había conocido a alguien de veras especial.