domingo, 24 de febrero de 2008

Tres visiones sobre el perdón

Como siempre la casualidad me trae cosas para crear, para recordar, para analizar o para comentar. Un amigo me ha enviado un poema sobre el perdón y en un debate por internet de "Letras Escondidas" me encontré con qué también se hablaba sobre ello, me gustó mucho la postura planteada y comparto ambas con ustedes por lo distintas...
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"..... Teniendo en cuenta la " gran acogida" de mi tema, me parece que no lo expresé correctamente. Quise plantear, de una forma distinta, el debate del perdón. Sobre este tema, como es sabido, hay mucha literatura y me parecía interesante enfocarlo desde la perspectiva del " no- perdón ". Deudores de una concepción judeocristiana, la relación entre el que pide el perdón y el que lo concede es una relación asimétrica a favor del que lo pide, e incluso , en algunos supuestos , paritaria. Es muy revelador el comportamiento de los niños : cuando discuten y se les pone de manifiesto el error de uno de ellos, ya entienden que es más que suficiente el pedirlo, que, por otra parte, les cuesta horrores, y tienden a marcharse. No esperan a saber si el agraviado se los ha concedido o no. Esto es, el desequilibrio existente entre el agraviado y el causante, queda compensado con la solicitud del perdón. En mi opinión, esto encubre una cuestión bastante dañina, la idea de que si no se perdona la relación se vuelve a descompensar y esta vez, en contra del agraviado. Es obvio que ni social ni personalmente conviene que los " agravios " se enquisten pero también entiendo que en una personalidad madura uno debe ser consecuente con sus actos y entre ellos está el perdonar o el no hacerlo, el de ser perdonado o no. Y todo ello sin grandes traumas, por supuesto. Por otra parte, también quería destacar la relación que existe entre la condescendencia con los errores ajenos y los propios. Es explicable que en muchas ocasiones que somos tan duros con nosotros mismos, lo seamos también con los demás. Dejo innumerables facetas del perdón fuera, sobre todo la " liberadora" al perdonar, pero esta, siendo importantísima, está más vista....." (Dramolucha, Diciembre 2007, Letras Escondidas)

Yo creo además que pedir perdón lleva implícito el arrepentimiento, sólo podemos solicitarlo si estamos verdaderamente arrepentidos , si aceptamos que estamos en falta, si lo que sea que hayamos hecho produjo como resultado un daño que no deseábamos, entonces es lícito el pedir perdón y debemos aceptar que nos sea concedido o no según la gravedad de la falta. En el caso de los niños, la inmadurez propia de los chicos , los hace sentirse omnipotentes, ello les impide reconocer la falta frente a otros, pues su estima se basa en la imagen que sienten ven los otros de ellos. Si creen que se verán disminuídos en relación a los otros, les costará asumir la falta, pedir perdón y aceptar el castigo. Efectivamente ocurre, sea niño o adulto, que quien otorga el perdón recibe un poder enorme en el momento que lo otorga, quedando por un momento en un plano superior respecto del que lo solicita. pero como el mundo tiene arriba y abajo, en cualquier momento le toca al dañado sin desearlo dañar y por ende pedir a su vez perdón...Al final es una cuestión de madurez, sólo al madurar aprendemos a reconocer los errores y entender que equivocarnos es parte de la tarea de crecer.
Por ello me sumo a la frase tan conocida:"Amar es nunca tener que pedir perdón", a pesar de que también en la vida me ha correspondido perdonar o pedirlo.
(Virginia Farfán Ulloa)


Autor : Arturo Uribe: (Nuno)

Puedo Pedir Perdón

Pido pedir perdón por pintar paredes

Paredes permitidas políticamente

Por pasar por puentes podridos

Pudiendo perentoriamente perecer

Pido perdón por pronunciar palabras provocadoras

Para pedir pesos pesados

Perdónenme por publicar premios pretéritos

Perdón por poner prohibiciones

Por pisotear planes prohibidos

Por pasar por parrones plomizos

Pudiendo poner plataformas

Puse piedras parecidas

Perdón

Pido perdón por plasmar plumas

Por parar protones prensados

Permitiendo pasar parásitos

Por parajes permanentes

Perdón, perdón

Podría perder prestigio

Por ponerme pendenciero

Primitivo, promiscuo, pobre

Podría pasar privaciones

Prevaleciendo placeres privados

Podría provocar poderes

Prendiendo piras pirotécnicas

Para parecer profeta particular

Perdón, perdón, perdón

Por prometer parábolas populares

Pronunciadas por profesores

Plagando prisas primaverales

Poniendo pintas parecidas

Perdón.

1 comentario:

Nuno dijo...

El perdón es el principio de la redención y el regreso a las fuentes de la relación entre las personas.

Parte de nuestro fracaso se debe
a que no hemos sido capaces de
perdonar o pedir perdón.

Nuestro fracaso como país en perpetua confrontación con nosotros mismos.

¡Vivamos el perdón!