sábado, 29 de diciembre de 2007

Un año más que más da....

Se cierra el calendario tras el año, después del ajetreo de las fiestas, de la estampida de los que salen de vacaciones hacia la playa o la montaña, una cierta paz invade este Santiago que lo hace más íntimo y tranquilo.
Es cierto, hoy ha disminuído bastante el ruidoso ajetreo de los autos y presiento a través de las cortinas un calor que no me invita por el momento a caminar, lo haré más tarde , cuando refresque y pueda sentir la brisa suave y tibia de una noche veraniega.
La casa parece recogerme dentro de ella en los veranos, ahora el tiempo pasa más lento, menos prisa y en mi silencio me doy el gusto de descansar hasta tarde, salir a comer comida chatarra si se me antoja y caminar como una turista por las veredas. Así, los lugares comunes adquieren un rostro distinto, descubro plazuelas en medio de las calles, pasajes con casas que permanecen inmutables desde hace más de cincuenta años y algún negocio especial con artículos fascinantes u ofertas tentadoras. Aspiro también el aire un poco menos contaminado y las flores en los jardines caseros lanzan al viento sus aromas marcando su territorios con dulces fragancias que se entremezclan.
Sumo y resto en mi balance, lo que no se pudo se intentará de nuevo, menos promesas y más hechos. Un año más... y en este análisis me quedo tranquila y siento como el poeta que a pesar de que no todo fué tan grato puedo decirle a la vida..."Vida...nada te debo...vida, estamos en paz"...

domingo, 9 de diciembre de 2007

Mírame, te espero....

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Nunca dejamos de buscar el amor, aquel que sentimos será el verdadero, el último, el que venciendo los recuerdos y dolores vividos se instale para siempre dentro del corazón, aquel que nos llene de memorias y alegrías nuevas. Amor...desde mis silencios te hablo.

Mírame directo a los ojos pido,
que entres como sol en la mañana
a entibiar las sombras
del cuarto vacío de mi alma.

Tantas veces has venido y partido
en colores de piel y ojos distintos....
Quiero reconocerte, sólo de luz vestido,
guerrero sin espada, amor mío.

Estás allí, presiento tras cada pisada
que cruza mi calle antigua,
sin faroles, sin balcones adornada,
tu corazón atento a mis miradas.

¡Mírame! Estoy detrás de la palabra,
un guión escrito con mi nombre,
tú, el actor principal en este teatro
y la cortina... aún está cerrada!